Lo que podría ser perfectamente el título de un artículo de Eduard Punset es lo que marca la vital diferencia entre un
juego de azar y el poker.
A diferencia de otros juegos donde el azar lo es todo (quinielas, euromillón, ruleta...) y en el que jugamos y rezamos, en
el poker todos y cada uno de los movimientos que realizamos tienen (o deberían) tener un por qué y de ellos esperamos,
matemáticamente, algo. Ese algo es la rentabilidad.
El simple hecho de decidir jugar una mano, tiene un por qué. Por ejemplo: Tengo 72o en Early. Decido tirar mis cartas.
Por qué lo he hecho? Uno de los motivos es el hecho de que quedan muchos jugadores por hablar y mi mano es muy mala.
Tengo AA. Decido subir para que alguien me pague e intentar stackearle.
Son decisiones que tomamos casi por intuición y como vemos, todas tienen, al menos, una razón básica. Puede haber más motivos para foldear 72o o para subir AA?
Obviamente, sí. Cuánto mejor sepamos analizar la situación en que nos encontramos, más motivos encontraremos.
Y estos motivos pueden ser casi todos favorables (en el caso de AA) o casi todos desfavorables (cuando nos reparten 72o en
early).
En estos ejemplos anteriores, al hacer balance de los motivos, llegamos a la solución de nuestra decisión fácilmente pero
no siempre será así. De hecho, estas son situaciones muy claras y cuyo grado de pensamiento es cero y cualquier (o casi
cualquier) jugador tomaría la misma decisión.
Sin embargo, hay millones de situaciones donde la decisión no es tan sencilla y cuánto más nivel de pensamiento,
conocimientos, experiencia y base matemática tengamos, más nos acercaremos a la decisión ideal.
Es mi segunda partida a poker y tengo K9s en Button. Decido foldear. Por qué? Un novato pensará: tengo una mano "chunga".
Otro jugador algo más experimentado decidirá abrirla porque verá un motivo para hacerlo: raiseo para intentar robar las ciegas. El tercer jugador, ya experimentado, la abrirá por tres motivos: por que la ciegas foldean muchísimo ante steal y además tienen fold to cbet alto a parte de llegar poquísimo en el showdown si no ligan mano, además de abrir a 2.5bb para arriesgar menos al robar. Como vemos, en el segundo caso la decisión tiene muchas más razones y es mucho más sólida y planificada.
Este tipo de razonamientos y fijarnos en el máximo de detalles nos ayudará en situaciones límite (o borderline). Por
ejemplo:
Abrimos JT en CO y nos hace call el BU, un buen jugador postflop. Aparece el flop J85. Apostamos medio pot y nos hace mini
raise. Cómo procedemos? Como vemos, nos está haciendo lo que en el argot se conoce como "algo feo" y frente a lo cual
tendremos que fijarnos en cuántos más detalles posibles como sus stats, notas, historial con él, etc. y tendremos que poner
en la balanza los motivos favorables y los desfavorables y tomar la decisión lo más aproximada que nuestros conocimientos
permitan.
Por tanto, cada decisión que tomamos tiene al menos un motivo como mínimo y cuántos más motivos consigamos reunir y
realizar con ellos un balance correcto, más éxito tendremos en las mesas.
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